Navegando por la red he encontrado un articulo muy interesante para los que, como yo, tengamos niños y a veces nos veamos en la misión imposible de retratarlos, una seria de consejos que nos iran genial.
Tenemos la sensación de que los niños crecen muy deprisa, en un
momento dan sus primeros pasos y, al siguiente, se están preparando
para su primer día de escuela. Puesto
que todo se mueve tan rápidamente, capturar todos esos pequeños y
maravillosos momentos con una cámara de fotos puede ser una
extraordinaria manera de conservar los recuerdos para que perduren toda
una vida.
Sin embargo, la fotografía de bebés y niños no está exenta de
dificultades y, a menudo, una oportunidad magnífica para realizar una
fotografía puede acabar en una batalla campal.
De la mano de expertos de Nikon junto con un equipo de galardonados
fotógrafos de bebés y niños, Faye y Trevor Yerbury, te proporcionamos
algunos consejos fáciles de seguir para obtener los mejores resultados
en tus fotos estas vacaciones y el resto del año.
Crea un ambiente relajado:
Antes incluso de empezar, es importante asegurarse de que el niño está
tranquilo y cómodo. Trevor aconseja no crear expectativas ni niveles de
excitación a los más pequeños; no les digas que les vas a fotografiar,
es mejor que no lo sepan y en su lugar, háblales lentamente en un tono
pausado. Lo ideal sería que sólo fotografiaras a los bebés y niños
cuando se encuentren en su mejor momento, por lo tanto, intenta evitar
una sesión fotográfica si parecen incómodos o si están resfriados, ya
que se mostrarán muy inquietos. Faye añade que los niños necesitan
divertirse mientras se les fotografía, por lo tanto es primordial
dejarles todo el tiempo del mundo y por supuesto cargarse de paciencia
infinita.
Prueba a enseñarles algunas de las imágenes en la parte trasera de la
cámara o, mejor aún, deja incluso que ellos mismos tomen alguna
fotografía, ya que esto les dará una idea aproximada de lo que estás
haciendo y les ayudará a sentirse como parte integrante del proceso
creativo.
No digas “una sonrisa para la cámara”:
El mejor consejo de Trevor es que nunca se le debe decir a un
niño que sonría o que pose para la cámara, ya que todo lo que se
conseguirá es crear la clásica sonrisa artificial de la “foto escolar”.
Si interactúas con los niños con naturalidad, las oportunidades para
obtener una buena foto surgirán de manera espontánea y, a menudo, las
imágenes de un niño de aspecto más pensativo y relajado son las que
ofrecen el mejor impacto visual. Recuerda, los niños reaccionarán de
manera brusca si les pide continuamente que sonrían, ya que esta
situación es ajena a su mundo.
Prepara el escenario:
Si vas a fotografiar bebés en un espacio de interior, Faye recomienda
buscar la zona con la mejor iluminación, ya que es preferible contar con
una luz suave y tenue. Una cama deshecha cubierta con sábanas blancas
sería la ubicación ideal; si no es posible, inténtalo en el suelo, cerca
de una ventana que proporcione una luz suave. Como fondo, podrías
utilizar una sábana o una capa de cristianar, que proporcionará un
bonito encuadre neutro y, además, actuará como reflector alrededor del
bebé, lo que le ayudará a reducir las sombras.
Si tienes paciencia, espera a que el bebé se quede dormido y, entonces,
conseguirás imágenes serenas y muy bonitas. Recuerda que no sólo se
trata de la cara del bebé; captura también los pequeños detalles, como
las manos y los pies. Faye aconseja no permanecer siempre de pie por
encima de la altura de los niños, de modo que tengas que mirar hacia
abajo para fotografiarles. Por el contrario, agáchate al nivel de sus
ojos y no tengas miedo de acercar el zoom al máximo para encuadrar toda
su cara; en algunas ocasiones, con esta acción capturarás expresiones
naturales y únicas.
Por su parte Trevor afirma que cuando se trabaja con niños en el
exterior, los cobertizos, los portales antiguos, los muros de piedra y
los grandes árboles se convierten en fondos muy interesantes. También
propone evitar fotografiarles a determinadas horas, por ejemplo durante
el mediodía de un día de verano soleado y caluroso, ya que los niños
entornarán los ojos deslumbrados y la luz será demasiado intensa.
Además, a esa hora del día la luz adquiere una tonalidad azul, por lo
tanto, si es posible, conviene esperar a una hora más avanzada del día
en que la luz sea más suave y cálida.
La cámara a cuestas:
Finalmente, siempre que pases un tiempo con tus hijos, intenta llevar
la cámara encima cuando creas que podrías presenciar grandes momentos.
No esperes que un niño se siente y pose para ti, ellos sólo quieren
divertirse; por lo tanto, deberás esperar el momento oportuno,
especialmente cuando captures fotografías de acción.
Permite que los niños expresen sus emociones y se diviertan mientras
mantienes el dedo sobre el obturador, siempre preparado para captar cada
momento. Dispara muchas fotos, es una cámara digital, por lo tanto, no
le costará ningún dinero. Recuerda que es mejor capturar demasiados
recuerdos que demasiado pocos.
Algunos truquitos para fotografiar a niños:
Si quieres que salgan sonriendo no se lo pidas… Hazles reír
Elige fondos lisos o lo más sencillos posibles para centrar el protagonismo en el niño.
Recuerda que los niños no paran de moverse. Algunas cámaras compactas incluyen “opción niños”.
Utiliza el modo multidisparo. Tendrás más probabilidades de que alguna salga bien. Después elige la que más te guste.
No te conformes con revelar las fotos en papel, o almacenarlas en el
ordenador. Aprovéchalas y personaliza con ellas cojines, peluches, ¡todo
lo que se te ocurra! Contarás con originales juguetes y regalos para
los más pequeños o tus seres queridos.
Fuentes: Nikon
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